Hay un incremento considerable de la obesidad no solo por los hábitos nutricionales inadecuados sino por una disminución de la actividad física desencadenada por el sedentarismo. Una insuficiente actividad física favorece la aparición o el mantenimiento de la obesidad y otras enfermedades. Además de instaurar un plan nutricional adecuado, los pacientes deben cambiar su estilo de vida aumentando y mejorando su actividad física para que el gasto energético sea superior al aporte calórico con la ingesta de calorías consiguiendo así una perdida de peso considerable según la necesidad controlada por el Medico y/o Nutricionista para cada paciente.

Si realizamos una “dieta” sin actividad física, no solo disminuirá la grasa corporal sino también la musculatura haciendo que el cuerpo necesite menor cantidad de energía diaria, con la probabilidad de recuperar fácilmente el peso perdido. Son bien conocidos los efectos beneficiosos que el ejercicio físico tiene en la salud y bienestar de quien lo practica. Estos beneficios se hacen evidentes en el deterioro funcional que ocurre con el paso de los años y las enfermedades asociadas al proceso denominado Envejecimiento.

La practica habitual de ejercicio produce numerosos beneficios tanto físicos como psicológicos para la salud:

Disminuye/Previene

  • Cardiopatía Isquémica
  • Mortalidad Precoz
  • Enfermedad Cardiovascular
  • Obesidado Diabetes
  • Hipertensióno Dislipidemia
  • Algunos tipos de Cáncer
  • Caídas y Fracturas
  • Ansiedad y Depresión
  • Sensación de Estrés
  • Envejecimiento Prematuro

Mejora/Promueve

  • Control de Peso
  • Fuerza y Resistencia
  • Huesos y Articulaciones
  • Sistema Inmune
  • Sensación de Bienestar
  • Autoestima
  • Coordinación y Equilibrio
  • Masa y Tono Muscular
  • Imagen Corporal
  • Integración Social
  • Calidad del Sueño

La frecuencia, intensidad y duración del ejercicio debe ajustarse según cada paciente y la evolución que cada uno vaya experimentando para conseguir el objetivo de mantenerlo en el tiempo.

Actividad Física: cualquier movimiento corporal que implica cierto gasto energético. Acumular por lo menos 30 minutos de actividad física de 5 a 7 días a la semana ya sea de forma intermitente o continua durante el día. Esto lo podemos lograr fácilmente incorporando actividades en nuestra rutina diaria como subir escaleras, caminando el trayecto de ida y vuelta al trabajo, bailar o participar en tareas domesticas.

Ejercicio Físico: es un tipo de actividad física que tiene como característica el hecho de que se practica de manera intencional, repetitiva, estructurada y con el propósito especifico de realizarla. El deporte es precisamente una forma de ejercicio que se caracteriza por realizarse de manera sistematizada y ateniéndose a una programación establecida. Realizar ejercicio en el tiempo libre, con una frecuencia mínima de tres veces por semana con una duración mínima de 20 minutos e ir aumentando la duración e intensidad. Se recomiendan ejercicios aeróbicos como Atletismo, Natación, Ciclismo etc…

Entrenamiento: Es el ejercicio practicado de manera “crónica”, asidua y estructurada. Se puede entrenar realizando diferentes tipos de ejercicio como el aeróbico, de resistencia, anaeróbico, de fuerza, coordinación, flexibilidad o equilibrio.

Es difícil encontrar un tratamiento, actividad o componente de estilo de vida que tenga un efecto sobre la salud que sea tan benéfico y global como el ejercicio físico.